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OPINIÓN: Humberto Prado … “Cárceles a merced de infecciones”

Más recientemente, desde inicios del mes de octubre, familiares de reclusos de la Penitenciaria General de Venezuela (PGV) han denunciado que un total de 27 reos padecen de esta enfermedad y dos están en estado crítico, pues ni siquiera pueden caminar y, por ende, fueron abandonados a su suerte en el rincón más aislado de este penal que alberga a 11.700 reclusos.
Más recientemente, desde inicios del mes de octubre, familiares de reclusos de la Penitenciaria General de Venezuela (PGV) han denunciado que un total de 27 reos padecen de esta enfermedad y dos están en estado crítico, pues ni siquiera pueden caminar y, por ende, fueron abandonados a su suerte en el rincón más aislado de este penal que alberga a 11.700 reclusos.

 

Personas con VIH y tuberculosis son las más afectadas en las cárceles de Venezuela, pues los entes gubernamentales no les suministran el tratamiento que les garantice su derecho a la vida. La situación no es actual, pues en 2015 un brote de tuberculosis mató en solo cuatro meses a 11 privados de libertad, mientras que otro 1.700 corrían riesgo de contagio en el Centro de Arrestos y Detenciones Preventivas El Marite, en el estado Zulia.

El año pasado, también reportaron casos de tuberculosis en el Centro Penitenciario de los Llanos Occidentales y en los Centros de Reclusión del Estado Portuguesa, que en conjunto albergaban una población carcelaria de 3 mil 419 reos. Mucho tiempo ha pasado desde que se conoció el brote de esta contagiosa enfermedad en los pabellones de varias cárceles a escala nacional, entonces ¿Quién ha buscado una solución? Hasta la fecha, el ministerio de Servicios Penitenciarios, mucho menos su titular Iris Varela, se han pronunciado al respecto.

En abril de este mismo año, al menos 20 reclusos enfermos de tuberculosis y enfermedades venéreas de El Marite fueron llevados a la penitenciaria de David Viloria conocida como Uribana, en el estado Lara. En ese entonces, el ministerio aseguró que les garantizaban el debido tratamiento, aunque no tomaron en cuenta que la enfermedad se propagaría.

Más recientemente, desde inicios del mes de octubre, familiares de reclusos de la Penitenciaria General de Venezuela (PGV) han denunciado que un total de 27 reos padecen de esta enfermedad y dos están en estado crítico, pues ni siquiera pueden caminar y, por ende, fueron abandonados a su suerte en el rincón más aislado de este penal que alberga a 11.700 reclusos.

Estos mismos familiares han protagonizado infinidad de protestas para exigir respuestas en cuanto a la muerte de ocho privados de libertad por presunta tuberculosis. Incluso, el PRAN de la PGV y algunos reclusos grabaron varios videos difundidos a través de las redes sociales, como resulta ahora muy frecuente, en los que exigen ayuda para los que están a punto de morir de hambre o tuberculosis.

“Por favor, ayúdanos. Se lo pido, tenemos hambre, usted también tiene familia e hijos, por favor ayúdenos, le pedimos que nos saquen para un hospital”, dijo un privado de libertad en uno de estos videos que se hicieron virales a escala internacional.

De igual manera, denunciaron que son ocho los reos fallecidos por falta de medicamentos y desnutrición. En todos y cada uno de los videos, estos reclusos piden que la ministra Varela visite los penales y constate la gravedad de la situación, pero en ningún momento han recibido una respuesta de su parte.

Resulta necesario destacar que la tuberculosis es una enfermedad de rápida propagación que atenta contra el derecho a la vida de la población penitenciaria, pues con el solo hecho de toser un reo puede contagiar a otro. Entonces, ¿Qué espera el Estado para tomar cartas en el asunto? ¿Cuántas familias deben vestirse de luto?

El brote de tuberculosis y su amenazante incremento es una consecuencia más de la falta de políticas públicas en materia sanitarias del Estado para resolver asuntos penitenciarios, tal como denunciamos constantemente a través del Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP), pero la única respuesta siempre ha sido ignorar a aquellos que por cometer un delito pierden la garantía del derecho a la vida y sus derechos humanos en Venezuela.

Este artículo de opinión fue tomado del portal web: http://www.talcualdigital.com/

Enlace informativo: http://www.talcualdigital.com/Nota/133998/ca

El Observatorio Venezolano de Prisiones es una organización no gubernamental, fundada en el año 2002, que tiene como principal atribución velar por el debido respeto de los derechos humanos de las personas privadas de su libertad en el territorio nacional.