Junto a los dos países suramericanos, Bahamas ocupará la otra plaza disponible a partir del próximo 1 de enero para los Estados de América Latina y el Caribe.
Los tres candidatos llegaban sin oposición a las elecciones celebradas este viernes en la Asamblea General de la ONU, en las que se renovaron en total 18 de los 47 asientos del Consejo de Derechos Humanos.
Como consecuencia, para ser elegidos únicamente necesitaban recabar el apoyo de una mayoría simple de los 193 Estados miembros de la ONU, lo que lograron con holgura.
Bahamas obtuvo 180 votos, Uruguay 177 y Argentina 172, según el recuento hecho público por la presidenta de la Asamblea General, la ecuatoriana María Fernanda Espinosa.
Los tres nuevos miembros de Latinoamérica y el Caribe sustituirán en este órgano con sede en Ginebra a Venezuela, Ecuador y Panamá, que finalizan sus mandatos a final de año.
Mientras, continuarán con asiento en representación de la región Brasil, Chile, Cuba, México y Perú.
El Consejo de Derechos Humanos, con sede en Ginebra, se creó en 2006 para sustituir a la Comisión de Derechos Humanos, suprimida tras 60 años de trabajos por la crisis de legitimidad en la que había caído por decisiones vistas como parciales, politizadas y desequilibradas.
El Consejo, sin embargo, también ha recibido numerosas críticas, entre otras cosas por tener entre sus miembros a países acusados de graves violaciones de los derechos humanos.