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Atentado en Bruselas: más de 30 muertos y cerca de 230 heridos en el aeropuerto y el metro

La fiscalía informa de que en el aeropuerto actuaron “probablemente” dos atacantes suicidas. Las autoridades buscan a un tercero.

Así ha quedado el interior del aeropuerto de Bruselas
Así ha quedado el interior del Aeropuerto de Bruselas

 

El terror ha golpeado Bruselas este martes con una serie de explosiones que han afectado el aeropuerto y una estación de metro y han causado al menos una treintena de muertos. La fiscalía belga ha informado de que en el aeropuerto actuaron “probablemente” dos terroristas suicidas. Las autoridades buscan ahora al tercer sospechoso.

El alcalde de Bruselas, Yvan Mayeur, ha informado en una rueda de prensa de que “unas 20 personas” han perdido la vida en el metro y fuentes del cuerpo de bomberos de la capital belga han indicado que otras 14 personas han fallecido en el aeropuerto, lo que elevaría el cómputo de fallecidos a 34. Más de 200 personas han resultado heridas. Las autoridades rehúsan, por el momento, dar cifras oficiales.

El Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés) ha asumido la autoría de los atentados, apunta Reuters citando a su vez una información de la agencia Amaq, vinculada al ISIS. “Los combatientes del Estado Islámico han llevado a cabo una serie de explosiones este martes con cinturones explosivos y dispositivos. Los objetivos eran un aeropuerto, una céntrica estación de metro de la capital de Bélgica, un país que participa en la coalición internacional contra el Estado Islámico”, se indica en el comunicado. “Los combatientes abrieron fuego en el interior del aeropuerto de Zaventem antes de que varios de ellos detonasen sus cinturones explosivos. Otro mártir detonó su cinturón explosivo en la estación de metro de Maelbeek. Los ataques han matado o herido a 230 personas”, continúa.

 El primer ministro belga, Charles Michel, ha comparecido a última hora de la tarde y se ha referido a esta supuesta autoría del ISIS, que no ha dado por confirmada oficialmente. También ha citado los atentados de París para declarar crípticamente: “Los vínculos con el atentado de París no han podido ser oficialmente establecidos”. Más allá de la investigación, Michel ha lanzado un mensaje a los terroristas: “A aquellos que han elegido ser enemigos bárbaros de la libertad y la democracia les decimos que, pese a nuestro dolor profundo, tenemos la determinación de actuar para proteger la libertad”.

La agencia France Presse ha difundido una imagen de este martes de los tres sospechosos del atentado en el aeropuerto de la capital belga en un momento previo a la comisión de los atentados. La policía ha emitido una orden de búsqueda contra uno de los hombres que aparece en la fotografía, que se ha dado a la fuga. En la imagen, grabada por las cámaras de seguridad del aeropuerto, viste una chaqueta blanca y un gorro negro. “Se le busca activamente”, ha confirmado el fiscal general, Frédéric Van Leeuw.

“Temíamos un ataque terrorista y ha sucedido”, ha afirmado esta mañana, antes de su última intervención, el primer ministro belga, en una comparecencia pública junto al fiscal general.

Una doble explosión en el área de salidas del aeropuerto de Bruselas-Zaventem poco antes de las ocho de la mañana causó víctimas mortales y provocó el cierre de las instalaciones y la cancelación de todos los vuelos. Apenas hora y media más tarde, se registró una nueva explosión en el metro de Bruselas, en la estación de Maelbeek, muy cerca de todas las instituciones europeas. La estación ha sido clausurada.

Dos mujeres se abrazan en los exteriores del aeropuerto de Bruselas. 
 

El primer ministro no ha precisado aún el número exacto de víctimas. Michel ha asegurado que la policía “está tratando de estabilizar la situación”, además de desplegar a las fuerzas de seguridad, entre ellas el Ejército, en lugares donde “aún existe preocupación” de que pueda haber problemas. Esta mañana ha habido varios registros en la capital belga. Michel ha hablado de tragedia y ha instado a los ciudadanos a permanecer “unidos y solidarios”.

Van Leeuw ha hablado de “heridos graves”, sin más concreción. Testigos citados por medios belgas apuntan que antes de las detonaciones se oyeron gritos en árabe.

La policía federal, encargada del caso, se centra ahora en averiguar quiénes son los autores y en tratar de localizar al sospechoso huido. El fiscal también ha explicado que la policía ha tenido que realizar un trabajo enorme en esa explanada de salidas porque, tras la deflagración, todos los viajeros han huido y dejado abandonados los equipajes. Y la prioridad era, en ese momento, asegurar que ninguna de esas maletas pudiera contener explosivos. Fuentes policiales han indicado que la búsqueda de armas y de sospechosos en el aeropuerto concluyó alrededor de las tres y media de la tarde.

“Ponemos todo de nuestra parte para normalizar la situación”, ha asegurado el fiscal. La policía encontró un rifle Kaláshnikov en la zona y un cinturón de explosivos sin detonar. El gobernador de la provincia de Brabante, Lodewijk De Witte, ha informado además de que las autoridades belgas encontraron una tercera bomba que no llegó a explotar y que fue desactivado por los artificieros. “Tres bombas se introdujeron en el edificio, de las que una no llegó a explotar”, ha dicho durante una rueda de prensa en el mismo aeropuerto. Fuentes de la fiscalía federal belga también han informado que se ha hallado un artefacto explosivo y una bandera del Estado Islámico en una casa del distrito de Schaerbeek (Bruselas).

Tras los atentados, el Gobierno de Bruselas cerró todas las líneas de transporte público. El centro de crisis en Bélgica informa de que las líneas dos y seis del metro ya vuelven a estar en funcionamiento, pero las demás continúan inactivas.

Después de las explosiones, dos estudiantes de enfermería que partían de viaje de estudios a Lisboa recorrían a pie el camino que separa el aeropuerto de la carretera, donde esperaban ser recogidas, informa Álvaro Sánchez. “Hemos oído dos fuertes explosiones y salía polvo y humo. Una compañera nuestra se ha ido en ambulancia herida en una pierna”, han afirmado aún asustadas. En un momento se han detenido y el horror ha aparecido en la cara de una de ellas mientras miraba la pantalla de su móvil: “¡En el metro también!”, ha dicho en referencia a los ataques en el suburbano bruselense.

“Estaba en la fila para registrarme y he escuchado una explosión. He visto humo y he visto a personas correr hacia la salida. Ha habido una segunda explosión mucho más cerca de mí después”, ha explicado un testigo de los hechos a RTL.”Se ha ido todo el mundo del aeropuerto con pánico, la mayor parte de las personas han dejado sus maletas allí. Los coches han sido evacuados”, ha asegurado. El servicio de trenes al aeropuerto ha sido suspendido.

Las explosiones en Bruselas se producen cuatro días después de la detención del yihadista Salah Abdeslam, huido tras los atentados del 13 de noviembre en París, que provocaron 130 muertos.

Varios países han reforzado al máximo las medidas de seguridad en los aeropuertos y han cancelado vuelos. Tras las explosiones, la frontera por carretera y tren entre Bélgica y Francia ha sido cerrada. Y la red europea de trenes de alta velocidad Thalys —con conexiones entre París y Bruselas, Colonia y Ámsterdam— ha anunciado que ha interrumpido por completo sus trayectos.

La compañía Eurostar ha informado de que reanuda su servicio “limitado” de trenes entre Londres y Bruselas, pasando por Lille, a aquellos pasajeros que deban viajar y tengan billete. Había sido suspendido tras los atentados. Las instituciones de la UE están en nivel naranja de alerta, las reuniones han sido suspendidas y solo se permite el acceso a los funcionarios identificados.

La alerta antiterrorista en Bélgica se encontraba en el nivel 3, pero después del atentado de este martes el Gobierno la ha elevado al 4, el máximo, que ya estuvo activado entre el 21 y el 25 de noviembre de 2015. Entonces, el primer ministro belga, Charles Michel, advirtió de la posibilidad de que se produjera un atentado similar al de París. El nivel actual indica la existencia de “una amenaza posible y creíble”.

El Observatorio Venezolano de Prisiones es una organización no gubernamental, fundada en el año 2002, que tiene como principal atribución velar por el debido respeto de los derechos humanos de las personas privadas de su libertad en el territorio nacional.