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Con un golpe en la cabeza muere preso de la cárcel de Fénix Lara y no le hicieron autopsia 

Jesús Alirio Sayago Apóstol (26) era un joven que tenía casi siete años detenido, seis de ellos lo pasó en comisarías de la Policía del estado Lara, estaba detenido por el delito de droga, no le habían hecho su audiencia preliminar porque siempre le diferían la audiencia en donde tenía previsto asumir los hechos para ser penado, fue trasladado hasta una cárcel de Lara bajo la promesa de que su proceso se agilizaría para obtener una libertad y este joven salió del penal pero como salen muchos, muertos. 

Jesús Alirio estaba bien, sano y con buen peso cuando fue pasado a uno de los penales según información obtenida por el equipo del Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP) por ser procesado debía estar en el Centro Penitenciario David Viloria pero fue llevado hasta la Comunidad Penitenciaria Fénix Lara una cárcel construida para penados. En su estadía en ese recinto carcelario este joven no recibía casi visitas, vivió lo que muchos presos pasan el ingerir alimentos como arepa pura, arroz solo y poca agua y la que reciben es agua salada.

A pesar de las promesas de que Jesús Alirio sería sacado para tribunales estas resultaron ser infructíferas las boletas de traslados no llegaban al penal, no había vehículos o simplemente el fiscal no acudía, así seguía transcurriendo el tiempo y este joven no se le hacia su audiencia supo el OVP. 

Por una fuente interna de Fénix Lara OVP conoció que el 18 de julio del 2019,  desde ese penal funcionarios del Comando Nacional Antiextorsión y Secuestro (CONAS) de la GNB se llevaron detenida a María Rodríguez (32), una supuesta abogada y trabajadora del Servicio Penitenciario quien presuntamente ayudó para la evasión de un interno. Desde ese momento llegó una comisión del Grupo de Respuesta Inmediata y Custodia (GRIC) quienes se instalaron en el penal y según denuncias de familiares de presos y de los mismos privados de libertad los comenzaron a maltratar como castigo por la evasión que se había registrado. Supuestamente en medio de esos maltratos Jesús Alirio había sido agredido. 

Posterior a los maltratos que aparentemente fueron más constantes el joven detenido comenzó a padecer de evacuaciones liquidas por lo que el lunes 29 de julio fue sacado hasta la emergencia del Hospital Central Antonio María Pineda de Barquisimeto atendido y devuelto al penal, dos días después a las 3 de la tarde del 31 de julio fue ingresado nuevamente. En esta ocasión Jesús Alirio estaba inconsciente presentaba una deshidratación severa y las evacuaciones no las controlaba y había convulsionado, fue recibido nuevamente en emergencia, allí lo vieron doctores y enfermeras que lo habían examinado el lunes, según devela una fuente interna del centro asistencial al equipo de OVP ellos quedaron impresionados porque las condiciones del paciente eran graves, nada que ver a como estaba el lunes, además presentaba una fuente lesión en el cráneo y su brazo izquierdo estaba como fracturado, se le notaban algunos hematomas. 

Tras interrogar a los custodios solo respondían que lo llevaban por la diarrea, a la par el personal del centro asistencial trataba de ubicar a la familia pero del penal negaban que estuviera por allí. Al OVP le confirmaron que esa misma noche los familiares del joven llegaron aunque se los habían negado, estos se encargaron de su cuidado y limpieza; este joven le fueron hecho una serie de exámenes, se le suministró medicamentos para atacar el cuadro diarreico más la deshidratación y además se le ordenó hacerle una tomografía para conocer el daño causado por la lesión que tenía en la cabeza, que según informe médico al que OVP tuvo acceso consta que se trata de un traumatismo cráneo encefálico. 

La tomografía se exigía que fuese acompañado de un médico pero en vista que era un preso se indicaba que la normativa era que fuera un doctor del penal y con una ambulancia de la cárcel que se hiciera el traslado para la realización del examen pero este no se pudo hacer porque no había vehículos, ni personal para ello y Jesús Alirio murió a las 11 de la noche del viernes 2 de agosto. 

Manipulado y sin autopsia 

El cuerpo del preso fue pasado hasta la morgue del Hospital Central Antonio María Pineda pero durante el fin de semana no se le pudo practicar una autopsia porque no había patólogos y el domingo 4 de agosto en dicho centro asistencial apareció Liana Reyes, quien es Directora General de Atención Integral a la Familia de los Privados y Privadas de Libertad del Ministerio de Servicios Penitenciarios OVP conoció que ella se acercó al padre de la víctima y prometió brindarle ayuda, en ese momento aseguró que el cuerpo no podía ser retirado pues debían hacerle autopsia luego de que la familia le contara que se trataba de un traumatismo la causa de su muerte, los seres queridos de Jesús Alirio le hicieron saber que había sido una golpiza la causante de la lesión y su posterior muerte. 

Sin embargo a espalda de la familia el equipo de OVP verificó como se recibían llamadas que ordenaban la entrega del cuerpo y a pesar que el lunes 5 de agosto estaba pautada la autopsia la propia Liana Reyes quien siempre estuvo a un lado de la familia del preso le dijo al padre de la víctima que “si quería autopsia debía denunciar a fiscalía y esto demoraría más la entrega del cuerpo”, develó una fuente del lugar. Los familiares de Jesús Alirio ante el temor que el cadáver pasara un día más en la morgue cedieron ante la petición de la autopsia y recibieron el cadáver. 

La causa de muerte expresaba que se trataba de un shock hipovolémico, una  deshidratación y cuadro diarreico severo. Reyes en un principio prometió la ayuda para la familia pero una vez que logró la entrega del cuerpo se fue, relató a OVP una fuente ligada al caso quien además fue testigo de cómo el padre del joven tuvo que buscar donaciones para la urna y el dinero del entierro, no tuvo opción de velarlo, debió enterrarlo de inmediato.    

Dos en julio 

En el mes de julio dos presos de este mismo penal Fénix Lara murieron el primero de ellos fue el 23 de julio se trataba de Wilquin Abraham Carrero (22) quien murió de un supuesta obstrucción intestinal,  este interno según fuentes internas del penal duró días quejándose de dolor y nunca fue sacado para recibir atención médica, CICPC buscó su cadáver en la cárcel, este interno era del estado Miranda y su familiar duró al menos dos días durmiendo en el Hospital Central para resolver como se lo llevaba porque no tenía recursos y no les quedó de otra que enterrarlo en una fosa común en la región larense. 

El 29 de julio falleció Tomás Ernesto Piñango Seijas (50) quien tenía un día  hospitalizado, estaba inconsciente, supuestamente padecía de VIH y Tuberculosis (TBC), este preso era del estado Aragua. Los familiares se enteraron por otros internos. 

Humberto Prado, coordinador general de OVP recalca que a ninguno de los familiares de los presos fallecidos les han avisado sobre su muerte o enfermedad desde el Ministerio de Servicio Penitenciario, siempre terminan enterándose de lo sucedido por terceras personas buscando así esconder las muertes de las cuales recalca Prado “son su responsabilidad porque cada privado de libertad está bajo su custodia”. 

El coordinador general de OVP  recuerda que cada una de estas muertes está siendo documentada, “ocurrieron en un sistema que es denominado el mejor del mundo, pero la verdad es que no le garantiza la vida a un preso”, destaca el defensor de los DDHH de los privados de libertad en Venezuela. 

Estos hechos ocurridos en Fénix Lara están siendo notificadas a la Comisión Interamericana de DDHH, al Relator de Personas detenidas en Las Américas de la CIDH, Sistema Interamericano a la Relatoría de Personas Privadas de Libertad y Relator de Venezuela de CIDH, al Sistema Universal al Comité Contra la Tortura y otros Tratos Crueles Degradantes e Inhumanos a la Relatoría de Detenciones Arbitrarias.

Prensa Observatorio Venezolano de Prisiones 

El Observatorio Venezolano de Prisiones es una organización no gubernamental, fundada en el año 2002, que tiene como principal atribución velar por el debido respeto de los derechos humanos de las personas privadas de su libertad en el territorio nacional.