Aunque son constantes los problemas con la distribución de alimentos en la Comunidad Penitenciaria Fénix, ubicada en el estado Lara, los presos de esa cárcel estaban ansiosos porque podrían recibir la visita de niños durante la temporada navideña. Aún así, muchos de ellos tendrán que pasar mucho más tiempo sin abrazar a sus hijos.
“Mi amor discúlpame con mi hijo, dile que lo amo, que esperaba verlo hoy pero no es mi culpa”, fueron algunas notas de voz que enviaron los presos de Fénix a sus esposas este viernes 20 de diciembre, luego de que al menos 120 reclusos de este recinto fueran sacados sin consulta alguna para el Centro Penitenciario de Oriente, mejor conocido como El Dorado.
Según conoció el Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP), la medida fue tomada por el Ministerio de Servicios Penitenciarios, y quien escogió a los que serían trasladados fue el director Ender Ávila. Los reclusos afectados fueron los que denunciaron la falta de alimentos dentro del penal larense.
Adicionalmente OVP pudo conocer, según comunicaron los mismos internos, que durante toda la semana Ender Ávila había sacado en varias oportunidades al patio a un grupo de presos y, tras formarlos, insistentemente les repetía que la “paquetería estaba suspendida y que se irían a morir de hambre”. También amenazó a los que se quejaban, por lo que muchos presos decidieron no callar y aseguraron que al menos cinco privados de libertad se desmayaron en la fila del patio por falta de alimentación.
El traslado hacia la cárcel de El Dorado salió este viernes 20 de noviembre y llegó hasta la cárcel de Puente Ayala en el estado Anzoátegui, donde pasaron la noche para este sábado 21 de diciembre reanudar el viaje hasta el estado Bolívar. En el trayecto los presos se comunicaron con sus familiares, cada uno pidió que depositaran 100 mil bolívares a los funcionarios y facilitaron sus cuentas, dinero solicitado supuestamente para comprarles alimentos.
Las madres, esposas y hermanas se comunicaron desesperadas con el equipo de OVP, pues les parece injusto este traslado. Para estas familias humildes, viajar hasta el estado Bolívar es sumamente costoso y difícil, sobre todo para aquellas madres de la tercera edad. “Yo para venir a Fénix gastaba 25 mil bolívares en pasaje y me costaba mucho reunir para la comida y conseguir efectivo, ahora como voy hacer con mi muchacho tan lejos, por allá se me va a morir”, fueron las palabras de una de las madres.
Los familiares de estos 120 presos hacen responsables a Ender Ávila y al Ministerio de Servicios Penitenciarios por la salud de estos hombres trasladados, quienes están expuestos a enfermedades contagiosas y además comienzan a sufrir los embates de la desnutrición.
Carolina Girón, directora del OVP, se mostró sumamente preocupada ante esta situación, y denunció que desde el Ministerio de Servicios Penitenciarios no solucionan los problemas, simplemente se dedican a trasladarlos de un lugar a otro.
“Tienen la cárcel de El Dorado como un lugar de castigo. La situación en ese penal es grave, los presos siguen tomando agua del Río Cuyuní que está contaminado, tampoco tienen alimentos no existe atención médica, y la visita familiar es nula para los que no son del estado Bolívar”, aseguró Girón.
En ese sentido, la directora de OVP explicó que es responsabilidad del Ministerio de Servicios Penitenciarios garantizar el traslado de los familiares hasta ese recinto carcelario; de lo contrario le están violando sus derechos al no dejarlos ver a sus seres queridos.
“Los traslados hacia El Dorado como castigo son precisamente otra política de Estado que ha aplicado este Ministerio”, aseguró Girón, quien añadió que “desde el propio Ministerio les vulneran los derechos a los presos y el Ministerio Público y la Defensoría del Pueblo siguen de brazos cruzados ante esta situación”.
La directora de OVP ratificó su llamado al Ministerio Público y a la Defensoría del Pueblo, para que investiguen qué pasa con la distribución de comida en los penales y ahora para que indaguen sobre este traslado arbitrario que atenta contra los derechos humanos de los privados de libertad en Venezuela.
Prensa Observatorio Venezolano de Prisiones