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Grupo presos de El Rodeo II y III exigen traslados a zonas cercanas a su residencia

Fallas en el transporte público, escasez de combustible y restricciones de movilidad a causa de la cuarentena son algunas de las condiciones que dificultan el traslado de los familiares para llevar alimentos a los privados de libertad en El Rodeo, aunado a la corrupción en el sistema o las limitaciones para mantener comunicación.

El equipo del Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP) conversó con un grupo de familiares, quienes denunciaron las penurias que sufren a diario por estar lejos de estos presos que son oriundos de Táchira, Cumaná y Apure, zonas muy alejadas de la capital.

Todas estas condiciones han impedido a los familiares poder velar por la salud de los presos. Durante el inicio de la pandemia no pudieron viajar a Caracas para entrega de paquetería, por lo que muchos de ellos bajaron de peso y enfermaron por el debilitamiento de su sistema inmunológico a consecuencia de la desnutrición.

“Yo tengo que pagar cada quince días para que alguien en Caracas les lleve comida y se haga cargo de la paquetería, eso hace que tenga que hacer muchos esfuerzos para evitar que se me muera o se siga enfermando”, comentó la madre de un preso de El Rodeo II.

Esta problemática no solo ha afectado al preso,  pues los familiares también sufren las consecuencias, obligándolos a pagar a terceros para la entrega de comida cada quince días o a veces una vez al mes. Asimismo comentaron que por la entrega de paquetes deben pagar hasta 30.000.000 bs, equivalente a 8 dólares, si no están condenados a sobrevivir con lo que el penal les provea, que muchas veces es agua de arroz o pasta y en el mejor de los casos, granos.

La falta de dinero para cubrir todas las necesidades del que está preso ha llevado a los familiares a elegir si pagar por comida o por agua. En el caso de no poder aportar para la cisterna que suministra agua en el penal, muchas veces pasan más de 15 días sin bañarse, comentan que gracias a las lluvias han podido recoger agua para el consumo y para el aseo personal, pero cuando no llueve se les hace difícil poder cumplir con estas necesidades.

Funcionarios abrieron un kiosko en el penal

La grave situación alimentaria que viven los presos en este penal, se ve aún más afectada porque recientemente abrieron un Kiosko bajo el presunto control del director del lugar.

Familiares denunciaron a OVP que a raíz de esto, las políticas internas de entrega de paquetería cambiaron. No se puede realizar entrega por personas que no sean familiares directos de los presos y de ser así, nada más se acepta en cuarentena radical.

Esto hace que algunos presos no tengan acceso a alimentos por quince días o más, ya que por tener familiares viviendo lejos, no se pueden trasladar hasta el penal porque en esa semana el transporte es limitado e inclusive los pagos de los pasajes aumentan hasta el doble, por lo que se han apoyado en personas que viven cerca para entregar paquetería.

Los familiares alegaron que esta medida es para incentivar a los presos que no reciben alimento, a pagar en el establecimiento por un poco de comida. Las tarifas van desde 10.000.000 bs o $2,5  por un refresco, $1.5 por un pan y hasta arepas por $2.

De igual manera las entregas  se limitaron en semana radical, de lunes a jueves y por grupos, la entrega no es todos los días, y en semana flexible de lunes a domingo igual por grupos.

Familiares y presos denunciaron que esto representa un abuso de poder por parte de las autoridades penitenciarias, una violación al derecho a la alimentación y un atropello a los familiares ya que muchos deben pagar más de $50 para poder viajar de sus zonas de residencia a Caracas para velar por la vida del que paga condena en este lugar.

Prensa Observatorio Venezolano de Prisiones

El Observatorio Venezolano de Prisiones es una organización no gubernamental, fundada en el año 2002, que tiene como principal atribución velar por el debido respeto de los derechos humanos de las personas privadas de su libertad en el territorio nacional.