De forma inconsulta y arbitraria fueron desalojados más de 50 presos políticos, sociales y extranjeros del Centro de Formación Hombre Nuevo Simón Bolívar, conocida como antigua cárcel de La Planta en Caracas, quienes fueron trasladados a penales de Miranda, Lara y Guárico con la excusa de que estarían más cerca de sus familiares y los tribunales de su causa.
Sin embargo, tal como es frecuente en este tipo de operativos del Ministerio del Servicio Penitenciario, el traslado se ejecutó ante los ojos angustiados de los familiares quienes ni siquiera contaban con un listado para saber a qué recinto serían llevados sus seres queridos.
Hasta el último momento hubo más dudas que respuestas, las cuales no llegaron por parte del Ministerio sino de algunos presos que pudieron comunicarse con ellos cuando llegaron a su nuevo recinto carcelario.
A través de su cuenta en la red social X, la ministra Celsa Bautista aseguró que los traslados se habían hecho de acuerdo a “su situación jurídica; con acercamiento familiar y a sus tribunales de origen”. Pero la realidad es otra, el equipo del Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP) pudo conocer que en estos traslados incluyeron a varios reos cuyas causas están en Caracas pero fueron ubicados en otros estados, donde además estarán lejos de sus familiares que son los que les proveen los insumos necesarios para sobrevivir entre tanta desidia.
En otro orden de ideas, se pudo conocer que a las instalaciones del Internado Judicial El Rodeo I, en el estado Miranda, fueron trasladados 24 presos que hasta la fecha permanecen aislados del resto de la población penal mientras esperan instrucciones de la ministra; mientras que a El Rodeo III fueron ingresados al menos 27 presos.
Como si tanta incertidumbre fuera poco, porque ni siquiera saben cuándo podrán visitarlos, los familiares de los presos de la antigua cárcel de La Planta temen el incremento de los costos para la manutención de sus seres queridos, pues si bien antes pagaban entre 10 y 20 dólares para ganarse algunos beneficios con los custodios, ahora aseguran que en El Rodeo abundan los cobros extorsivos por el ingreso de alimentos, visitas, entre otros mal llamados “beneficios”.
Tres meses sin comer proteínas
Según pudo documentar el equipo de OVP, la situación que vivían los presos en la antigua cárcel de La Planta no era muy diferente a lo que se vive en el resto de las cárceles venezolanas.
Los privados de libertad tenían aproximadamente tres meses sin consumir proteínas porque, desde que se registró una fuga en el penal, el nuevo director restringió el ingreso de este tipo de alimentos. Por ende, su ingesta diaria era a base de arroz y granos como frijoles o caraotas, lo que hizo que algunos reclusos perdieran mucho peso en muy poco tiempo.
De igual forma se conoció que los presos no tenían acceso a atención médica adecuada y sólo podían recibir visita de mujeres, que además debían ser familiares directos. En tanto, quienes no tenían la posibilidad de ser visitados, como es el caso de los extranjeros, debían cancelar hasta 10 dólares para recibir una mejor alimentación.
Desde el Observatorio Venezolano de Prisiones denunciamos oportunamente sobre esta situación ante los organismos internacionales, con la urgencia e importancia que amerita la protección de la integridad física y mental de los reclusos. Recordemos que cualquier forma de traslado debe realizarse bajo condiciones que aseguren el trato digno y humano, evitando situaciones de maltrato, hacinamiento o negligencia, y promoviendo siempre la observancia de los principios fundamentales de los derechos humanos.
Prensa Observatorio Venezolano de Prisiones
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