Las oficinas en México de la Organización de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) y del Alto Comisionado para los Derechos humanos (ONU-DH) pidieron hoy a las autoridades mexicanas hacer frente a “la grave situación carcelaria” que vive el país.
En un comunicado, llamaron a “analizar las causas estructurales que dieron origen a los graves hechos ocurridos en Topo Chico”, donde una disputa entre dos grupos rivales por el control de ese penal de Monterrey causó la muerte de 49 reos, y a tomar medidas para prevenir tragedias similares en el futuro.
Las instituciones resaltaron la necesidad de “investigar los hechos ocurridos de manera diligente, procesar a las personas que resulten responsables de los mismos y proveer información fidedigna a las familias de las víctimas”.
Recordaron que “al privar a una persona de su libertad, el Estado tiene la obligación de proteger su vida e integridad”.
Sin embargo, señalaron, en México se combinan la violación de los derechos humanos de reos, “las debilidades de la política de rehabilitación y reinserción, serias deficiencias en las condiciones de detención y la transformación de facto de varios centros (…) en lugares de reclutamiento de las organizaciones delictivas”.
Por ello, pidieron a las autoridades reforzar las políticas penitenciarias bajo un enfoque de reinserción social, respeto y garantía a los derechos humanos, “así como mejorar de manera sustancial las condiciones de detención”.
La UNODC y ONU-DH reiteraron su disposición a “brindar cooperación y asistencia técnica a las autoridades mexicanas con el fin de fortalecer las capacidades institucionales del sistema penitenciario en el país”.