Nueve muertes en el penal, tres jóvenes recluidos en el Hospital Central Antonio María Pineda de Barquisimeto, estado Lara y la permanencia de presos en el área de hospitalito del Centro Penitenciario David Viloria conocido como la cárcel de Uribana mantienen en alerta a los familiares de los presos, así como vigilante al equipo del Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP) quien ha venido notificando cada uno de los hechos acaecidos en el penal.
Uribana se encuentra desde el 2 de febrero del 2007 bajo medida provisionales emitidas por la Corte IDH, y el Estado debe responder por la vida, salud e integridad de cada uno de los internos que se encuentran en este centro penitenciario. OVP ha notificado respectivamente cada una de las muertes a la Corte IDH y esta dio un plazo al Estado para que respondiera y hasta la presente fecha el Estado no ha respondido, pero desde OVP se presume que lo harán porque en esta última semana han tenido un interés notorio en cambiar la atención con los más de 2.200 hombres que allí permanecen recluidos.
Comenzaron comprando ollas nuevas para el área de la cocina, han vacunado contra hepatitis B a todos los internos que se encuentran en celdas cuando anteriormente lo habían hecho solo con el personal del Ministerio y los Guardias Nacionales, han limpiados algunos sectores, les han informado a los presos que viene una supervisión, les han prometido que no van a ser maltratados, ni trasladados, les prometieron revisiones para sus causas y medidas humanitarias para quienes están enfermos; a los presos quienes ya tienen condena firme y se encuentran en Uribana los han estado pasando hacia la Comunidad Penitenciaria Fénix, cárcel creada para penados.
“Estamos comiendo comida gourmet”, dice un preso quien ríe y explica que este martes 20 de febrero les dieron sardina, ellos saben que el trato preferencial es tan solo porque viene una supervisión. “Ellos creen que nos pueden engañar como unos niños, hay unos que se lo creen pero la mayoría no, porque siempre ha pasado esto, nos tratan bien unas semanas y después vienen los maltratos, las tablas y las pasadera de hambre”, declaran a OVP los presos.
A la misma vez relata que le entregaron a cada uno de los presos un kit de higiene personal que consta de un cepillo dental con su respectiva crema, un jabón de baño y un desodorante y algunos hasta los dotaron de uniforme, situación que pudo constatar el equipo de OVP.
Humberto Prado, coordinador de OVP advierte que estás prácticas ejecutadas por el Ministerio de Asuntos Penitenciarios no son nuevas, lo hacen para tratar de callar a los presos y a sus familiares quienes son los que ayudan a hacer visible a los maltratos que son sometidos contra sus seres queridos. “Son pañitos de agua tibia que no solventan la situación. Mientras no se sometan a toda la población reclusa, a los trabajadores del penal a una serie de exámenes para determinar qué es lo que está pasando no van a poder controlar la situación y es grave que sigan pasando presos de Uribana para Fénix, sin saber si ellos pueden extender el problema hacia el otro recinto.
El hacinamiento en los penales, la falta de atención médica y tratamientos para los que ya están enfermos contribuye a que las enfermedades proliferen”, destaca Prado quien a la vez explica que las enfermedades como hepatitis, salmonela, tuberculosis, paludismo, ademas de enfermedades de la piel continúan presentes y la responsable del sistema carcelario en Venezuela no ha dado la cara, no se le nota el más mínimo interés por atender la situación y por erradicar las enfermedades que no solo pueden contagiar a los presos, sino también a los trabajadores, visitantes y a su vez estos propagarlas en la calle.
Pero mientras autoridades tratan de mostrar una “supuesta atención al día” en Uribana, la realidad es que a diario siguen llegando al principal centro de salud de la ciudad de Barquisimeto, presos que son sacados del penal con dolores estomacales, con altas fiebres, evacuaciones líquidas, con dengue, tuberculosis, hepatitis, entre otras patologías y según denuncian sus familiares muchos son devueltos al penal el mismo día porque en el Hospital Central no hay insumos y los familiares no tienen el dinero para costear exámenes que es lo primero que piden los doctores al atenderlos y son los mismos familiares quienes todos los días están en las afueras del recinto carcelario llevando el medicamento de su preso enfermo, además de comida.
Prensa Observatorio Venezolano de Prisiones