El Sucesor de Pedro culminó su audiencia general del Miércoles Santo, con un apremiante llamamiento y con su profundo dolor por los atentados terroristas en la capital belga. El Papa Francisco elevó un Ave María desde la Plaza de San Pedro, junto con miles de peregrinos de todo el mundo por las víctimas del fundamentalismo cruel.
“Con dolor en el corazón he seguido las tristes noticias de los atentados terroristas de ayer en Bruselas, que han causado numerosas víctimas mortales y heridos.
Aseguro mi oración y mi cercanía a la querida población belga, a todos los familiares de las víctimas mortales y a todos los heridos. Dirijo nuevamente un llamamiento a todas las personas de buena voluntad para que se unan en la unánime condena de estos crueles actos abominables que están causando sólo muerte terror y horror.
A todos les pido que perseveren en la oración y en pedir al Señor que en esta Semana Santa consuele los corazones afligidos y convierta los corazones de esas personas cegadas por un fundamentalismo cruel. Por intercesión de la Virgen María. Recemos un Ave María… Ahora, en silencio, recemos por los fallecidos, por los heridos, por sus familiares y por todo el pueblo belga.