Los Derechos Humanos son conocidos como los “derechos fundamentales” de toda la humanidad, ya que estos son inherentes a la personalidad humana y por supuesto son de gran ayuda para todos los individuos.
Acercándonos a conocer los Derechos Humanos
La simple condición de pertenecer a la raza humana nos otorga una serie de derechos y libertades que deben ser cuidados y respetados por todos y todas, en todo el Mundo por igual. Estos son Los Derechos Humanos, como el derecho a la vida, la libertad, la seguridad de la persona, o la protección ante la discriminación, entre otros.
Se entiende que los Derechos Humanos poseen un número de características que les son intrínsecos y que brindan seguridad a todo ser humano en cualquier parte del mundo para que se respeten en mismas condiciones. Así, los derechos que mencionamos además de ser atemporales y personales (es decir, que no se vencen y que se aplican a cada uno) son indivisibles (no puede existir uno sin que se cumpla el otro) e intransferibles (no pueden ser dados, nacemos con ellos por lo tanto nos preceden).
Esto les otorga una condición de imprescriptibilidad que hace que no haya gobierno, ser humano o institución que pueda dudar de ellos o no cumplirlos sin saber que está cometiendo un delito.
Breve historia de los Derechos Humanos
Para muchos especialistas, el concepto de Derechos Humanos como lo conocemos hoy surge luego de la Revolución Francesa, en 1789. Esto es así ya que aparece en el imaginario colectivo la idea de libertad, igualdad y fraternidad pero también documentos que buscaban proteger cuidadosamente la propiedad privada.
Antes de la actual Declaración Universal de los Derechos Humanos (DUDH) se redactaron textos que sirvieron como antecedentes y que planteaban una lista de derechos de mucha importancia. La primera se firmó en 1789 pero sufrió modificaciones en 1791 y 1793.
Más allá de antecedentes históricos anteriores, no será hasta después de la Segunda Guerra Mundial, y debido a los acontecimientos vividos durante la misma, en 1948, cuando se recojan por medio de 30 artículos en DUDH en el marco de la Organización de Naciones Unidas, los derechos y libertades básicos de todos los seres humanos. Pero, con el propósito de que estos derechos fueran respetados en todo el Planeta por igual, se integraron a su vez en la Política de Tratados Internacionales mediante la Carta Internacional de Derechos Humanos, por la que los 47 Estados firmantes se comprometieron a cumplirlos.
La observación y cuidado de los Derechos Humanos
En la actualidad, pese a que se han creado instituciones intergubernamentales específicas para velar por estos cometidos, como el Consejo de Derechos Humanos de la ONU; existen a su vez Organizaciones Internacionales No Gubernamentales que tienen como fin la protección de los Derechos Humanos. Y es que, el trabajo realizado por organizaciones como Human Rights Watch (HRW) o Amnistía Internacional en la defensa y protección de los derechos humanos, así como en el estudio del estado de los derechos de los hombres y mujeres en todo el mundo, ha llegado convertirlos como un referente para el conocimiento de la situación actual.
Debemos aclarar aquí que la existencia y proliferación de estas organizaciones no gubernamentales se debe en gran parte al incumplimiento por parte de los Estados de diversas partes del mundo con los acuerdos que plantea la DUDH. Esto puede verse claramente en regiones como África o Medio Oriente donde las guerras civiles han generado muertes por millones y los conflictos suponen una permanente lucha por mejores condiciones de vida. Por ejemplo, se estima que en Siria los muertos por la guerra civil en la que participa el gobierno superan los 500.000.
Así, podemos desgranar la importancia de los derechos humanos, dando un paso más allá, como el valor fundamental de la Sociedad Mundial, sobre el que descansan y se estructuran el resto de derechos. Es a partir de ellos y de su cumplimiento que podemos acercarnos a formas de vida más sanas, humanas y respetuosas, con mayor tolerancia y armonía entre las naciones. Por ello, y para que el sistema tenga sentido y forma, debemos salvaguardar entre todos, la continuidad de los derechos allí donde son reconocidos a través de sus Constituciones, pero sobretodo, la misión de estas instituciones deberá pretender la extensión y aplicación efectiva de estos derechos allá donde aún hoy en día no se conoce su existencia.
En conclusión, destacamos los Derechos Humanos, no sólo desde la relevancia que han adquirido a nivel jurídico en las democracias Occidentales, sino como el sustrato sobre el que debe nutrirse la humanidad, tratando de preservarlos, por aquellos que tuvieron la suerte de nacer allí donde no se reconocen, ni se respetan.