La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos responsabilizó a Venezuela de “uso de la fuerza extendido y sistemático” contra manifestantes en el marco de la actual crisis que vive el país.
El organismo presentó un informe en el que también habla de otras violaciones a los derechos humanos, incluidos “torturas, detenciones arbitrarias, maltrato y redadas violentas en hogares”. El informe preliminar recabó los datos con 135 entrevistas a testigos realizadas a distancia (desde Ginebra y Panamá) ante la negativa del gobierno del presidente Nicolás Maduro de darles acceso al país.
Según la ONU, desde que las protestas comenzaron en abril, el Gobierno ha aplicado “un patrón evidente” de uso excesivo de la fuerza contra los manifestantes de la oposición. “Varios miles de personas han sido detenidas arbitrariamente, muchas de ellas han sido víctimas de malos tratos e incluso de torturas, además no hay indicios de que esa actuación vaya a cesar. La responsabilidad de las violaciones de derechos humanos que estamos registrando corresponde a los más altos niveles del Gobierno”, sentenciaron en el informe.
Al respecto, Humberto Prado, director del Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP), manifestó su preocupación por las más de 5.000 personas que han resultado detenidas arbitrariamente entre el 1 de abril y el 31 de julio. “Son muchos los relatos de tortura y tratos crueles a personas que han resultado detenidas durante las protestas, y es por esto que las organizaciones defensoras de los derechos humanos alertamos constantemente a las instancias internacionales sobre la creciente represión en Venezuela”.
En el diario El País de España, mostraron el relato de una estudiante de Derecho de la Universidad Central de Venezuela, quien relató la pesadilla que vivió durante su detención: “Me gritaban que me arrastrara como un gusano, me arrestaron decenas de militares y me manoseaban la entrepierna mientras me trasladaban en una motocicleta. Me cubrieron la cabeza, me golpearon y robaron el celular. Solo me liberaron cuando se hizo viral una foto en la que aparecía siendo arrestada”.
Prado también hizo referencia a los casos de algunos detenidos a quienes han atado a una rejilla durante más de 48 horas, sin desatarlos ni siquiera para ir al baño; otros a quienes los han golpeado hasta dejarlos inconscientes, aunado al psicoterror que han instaurado principalmente contra las mujeres detenidas, a quienes los funcionarios policiales o militares amenazan con violarlas.
“Si eres policía o militar en Venezuela, lo puedes todo. Ellos te quitan tu libertad y violan tus derechos sin importar si eres inocente”, sentenció una enfermera detenida durante una protesta. De más gravedad resultan los abusos cometidos contra los menores de edad aprehendidos, quienes han sido encarcelados junto a los adultos y sin ningún tipo de distinción.
Finalmente en El País también mencionaron el caso de Spider-Man, alias de un miembro del autoproclamado Movimiento de la Resistencia, quien por temor a las represalias de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) no ha denunciado ante el Ministerio Público a los culpables de la pérdida de su ojo izquierdo en una protesta durante la elección de la Asamblea Constituyente, el 30 de julio. “Antes me habían golpeado dentro de una comandancia de la policía de Lara, pero seguía protestando porque no tenía miedo”, puntualizó el joven que no quiere correr el riesgo de delatar a sus agresores.