Desnutridos y sin atención médica fallecieron seis reclusos de la Comunidad Penitenciaria Fénix, ubicada en Barquisimeto estado Lara, durante los dos primeros meses del 2020.
“Los presos de este país mueren día a día y el silencio del Estado es preocupante. Parece una política de Estado no darles comida para que mueran, sin duda alguna se han visto muy afectados por la crisis que atraviesa el país”, enfatizó Carolina Girón, directora del Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP), quien se mostró bastante preocupada por la facilidad con la que se vulneran los derechos humanos de la población penal en Venezuela.
En el transcurso de enero y febrero murieron seis presos solo en Fénix-Lara, situación que resulta similar a la del año 2019 para la misma fecha, cuando los presos sucumbían ante la proliferación de una bacteria. Tal como es costumbre, la titular del Ministerio de Servicios Penitenciarios no se pronunció al respecto y desde OVP se hicieron una incalculable cantidad de denuncias que fueron totalmente ignoradas por los organismos del Estado.
En la actualidad los presos de este penal larense sucumben ante enfermedades como la tuberculosis, hepatitis, VIH-Sida, entre otras, situación que se agrava considerablemente por la falta de alimentos y tratamiento médico.
El último fallecido fue identificado como Vicente Ramón Aldana, de 59 años de edad, quien estaba detenido en Fénix desde el 27 de junio del 2015.
Vicente Ramón no era de la región y su familia lo visitaba desde el estado Aragua, pero el costo del traslado era una limitante para que pudieran verlo con frecuencia. El hoy fallecido estaba en constante comunicación con sus hermanos, pero durante los últimos días supieron poco de él y desconocían su agravado estado de salud.
Se conoció que Vicente Ramón sufría de diabetes, pero no recibía tratamiento, lo que aunado a la mala alimentación hicieron que no lograra recuperarse. En ese sentido, sus familiares denunciaron que “en el penal sabían que estaba muriendo y lo que hacían era darle agua con sal”.
Sobre su muerte, la cual fue reportada el 10 de febrero, sus familiares se enteraron por una publicación en Facebook de un medio local, inmediatamente se comunicaron con otros presos en el penal y fueron ellos quienes les confirmaron la trágica noticia. Según pudo constatar el equipo de OVP en la morgue del Hospital Antonio María Pineda, el cuerpo de Vicente Ramón estaba visiblemente desnutrido, incluso se le observaban las costillas aferradas a la piel descompuesta por el cuadro de desnutrición severa que padecía.
Anexo contaminado
En este mismo centro penitenciario, los familiares de las más de 220 mujeres que se encuentran recluidas en el anexo femenino manifestaron su preocupación por la proliferación de enfermedades contagiosas como la tuberculosis dentro de los minúsculos calabozos.
“Lo que queremos es que sean atendidas, pues esta enfermedad se puede curar si es tratada”, comentó la madre de una interna al OVP.
Para finalizar, Girón hizo un llamado a los directores del penal para que respeten los derechos humanos de cada uno de los reclusos, así como también exhortó a la Defensoría del Pueblo y al Ministerio Público de esta región para que realicen una minuciosa inspección en ente centro penitenciario.
Prensa Observatorio Venezolano de Prisiones